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Imatge duna terrassa al centre de Tarragona. Foto: Mayo Lorda

Imagen de una terraza. Foto: Mayo Lorda

España ha destacado siempre por el gran número de bares con terraza. El buen clima del que disfruta el país durante prácticamente todo el año empuja a ciudadanos y turistas a elegir el ambiente exterior de una terraza en detrimento del interior de los bares. Esta alta demanda de terrazas ha impulsado a los hosteleros a tomar medidas para sacar el máximo provecho de estos espacios tan apreciados.

Tras la pandemia y después de meses con los bares cerrados, las ganas de salir se juntaron con la mayor seguridad que parecían proporcionar las terrazas, por lo que estos espacios se multiplicaron y se llenaron de clientes. Esta preferencia masiva por consumir en las terrazas llegó para quedarse, y los hosteleros se vieron obligados a ampliarlas, redecorarlas o reformarlas, según el caso, si querían aprovechar la oportunidad.

Sin embargo, en muchas ocasiones, los clientes se sientan en las terrazas a tomar un café o una cerveza y pueden pasarse horas con una sola consumición. Sacar el máximo provecho a la terraza significa que haya movimiento, que se consuma. Y es por ello que algunos bares de Barcelona han empezado a establecer tiempos máximos de permanencia en la terraza según lo que se consuma: una caña o un refresco da derecho a 30 minutos y si se pide comida el tiempo puede aumentar hasta una hora como máximo.

Pero optimizar el rendimiento también pasa por el número de personas que consumen por mesa, así que, también se han establecido ciertas exigencias. Si se va solo, no se tiene derecho al uso de terraza, como mínimo ha de consumir una pareja o grupo, aunque hay limitaciones: cuando el establecimiento esté muy concurrido, tampoco se aceptarán parejas en la terraza, únicamente grupos.

Barcelona, València i Bilbao son les primeres ciutats on es poden trobar terrasses cronometrades.

Barcelona, Valencia y Bilbao son las primeras ciudades donde se pueden encontrar terrazas cronometradas.

Barcelona no es la única ciudad donde se está empezando a utilizar este sistema. En Valencia hay, como mínimo, un bar en el centro que también ha decidido limitar el tiempo en su terraza. En este caso son 20 minutos para tomar un café y 25 minutos para consumir un refresco o una cerveza. Y en Bilbao, otro establecimiento ha implementado también algunos límites: 15 minutos un café, 25 una cerveza, 35 un cubata y 40 un bocadillo.

¿Nos pueden obligar a dejar la mesa?

Desde FACUA-Consumidores en Acción, apuntan que “una cosa es que te preavisen al reservar” y otra muy distinta que, “estando allí, pretendan echarte”. Consideran que “lo primero es excesivo”, pero que lo segundo ya les parece directamente “ilegal”. Desde FACUA aclaran que en casos extremos, como el de pasar 5 horas en la mesa habiendo pedido solo un café, la cuestión “podría valorarse”.

¿Qué dice la normativa?

La normativa depende de cada comunidad autónoma y las normas existentes no entran en ese grado de detalle, pero prevén una suerte de “régimen interno” de bares y restaurantes, que debe estar recogido por escrito y mostrable a quien lo solicite. Eso sí, deben ser normas que no amparen prácticas contrarias a los derechos constitucionales. Por lo tanto, es en esta normativa donde se debería aclarar si se puede echar a un usuario por permanecer en un local sin consumir.

Así las cosas, el tiempo dirá si las terrazas cronometradas se imponen en todo el país o pasan solo como una curiosa iniciativa pasajera.

V.Tapias