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Óscar Molero Espinosa

“No va a ser fácil pero lo tenemos difícil”. Querer hacer lo mismo con menos no es una utopía si no una idiotez infundada por las ganas de mantener lo imposible y ya vivido. Nada parecido con la pasada realidad nos hará felices a partir de ahora. El consumismo implantado en el que varias generaciones se han revolucionado posando de bebés a niños y de niños a “NI-NI´S”, ha llegado a su punto muerto y a la vez resucitado el necesario contacto con la austeridad que, como siempre, acaba por ser un principio. Estas “deslaborables” fiestas, que a punto están de llagar, pasarán como agua de borrajas para quienes sigan poniendo el culo a la letal inyección diaria que, formando noticias, seda sin anestesia y asedia y condiciona en adicción. Sólo hay una forma de ser feliz, serlo, y en las ya próximas “embausteras” y novedosas navidades, tan sólo acariciarán la felicidad quienes se rodeen de naturalidad y adornen con humildad la camuflada sencillez.

Quien invierta en austeridad, quien se alegre ante el enfado y sobreviva su cada día de hoy con lo que hay, quien quiera tener lo que tiene y persiga conseguir lo necesario. Mientras que al otro lado del río y aparentemente plagados de rosas y risas, quedarán quienes mantengan en su discurso cotidiano el recurso de la política junto a sus despectivas e inevitables menciones a la crisis, al desempleo, recortes, desahucios… y retomen entre cava, pastillas con agua y champán, retóricas de independencias ya vetadas. Estos taponarán su felicidad con el frío manto que la nieve cubrió, ¡otro roto ping-pong!, ¡vaya tostón!…

No es treta de despistar la evidencia, se trata de gestionar los sentimientos de tal manera que los estímulos que incorporen, y “cerebren”, creen positivismo y post optimismo. No carguen demasiado con el peso de la actualidad, limítense a cargar las pilas necesarias para vivir de color la vida porque sólo así podrán alegrar a quien a su inmediato alrededor carece de ellas y anhela tal alentosa recarga. Dominen el efecto dominó y dejen caer en estas fechas las fichas que hacen perder la razón. Borren la hipocresía desechándola a la papelera de los repelentes aparentes y artificiales ácratas de la verdad. Feliciten y faciliten solamente a quienes se sienten a la vera del acople de veras y deseen la mejoría hasta a quien esté peor que tú. Aclaren las cosas, barran las marañas que engañan y clarifiquen sus ideas, sólo así podrán ver la senda de regreso hacia la felicidad. Dejen de aparentar, sean sinceros consigo mismos, ¡háganse ese regalo! Vivan con menos de todo, repartan despreocupación y alegría y si así se encuentran con la felicidad… ¡felicidades!, se lo merecen. ¡Feliz Na… de ná!.