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Pla obert de diversos turistes, d’esquena, gaudint d’una visita guiada a l’amfiteatre de Tarragona. Foto: ACN

Un dels 25 funcionaris interins del Museu d’Història de Tarragona (més de la meitat de la plantilla) cessats “de cop” i “fraudulentament” aquest passat 30 de setembre, César Augusto Pociña, ha enviat un comunicat de premsa en nom de la majoria dels seus companys on es denuncia tant el seu cas concret com la infradotació de personal per atendre les visites als principals elements patrimonials de la ciutat. Una situació “que provoca continus tancaments en els monuments i problemes per oferir un servei adequat al visitant”.

“Se’ns ha cessat en la base d’una clàusula de durada il·legal”, assegura, amb la introducció per part de l’ajuntament als contractes “d’una clàusula de durada temporal no prevista per la llei. És com si firméssim un contracte indefinit però amb durada d’uns mesos, o sigui un contracte fraudulent per no dir clarament il·legal”. I això tenint present que en alguns casos la “provisionalitat” en el lloc de feina ha tingut una durada de 12 anys. “Sabem que l’Ajuntament ja està contactant amb persones per cobrir les places que acabem de deixar, així que s’està recorrent abusivament de contractes temporals per cobrir places que no ho són”.

“Estem preparant ja -continua el portaveu- els recursos administratius i judicials pertinents, però pensem que la ciutadania té dret a conèixer la realitat. I la realitat és que tots els partits polítics que han governat l’ajuntament des de la data de la declaració estan contractant i cessant al seu lliure albir per configurar una plantilla del que hauria de ser un dels principals motors econòmics de la ciutat, el turisme patrimonial”.

A continuació reproduïm íntegrament el comunicat. 

“Me dirijo a este medio en representación de la mayoría de los funcionarios interinos cesados el pasado 30 de septiembre, reunidos el 3 de octubre a las 12 en Tarragona. Queremos denunciar el cese improcedente de 25 funcionarios interinos a los que se nos había contratado para cubrir plazas vacantes y se nos ha cesado en base a una cláusula de duración ilegal, siendo esta cifra de personas superior a la mitad del personal en servicio. De la misma manera denunciamos la política de contratación del personal funcionario interino que asume las funciones de vigilancia, control de accesos y taquilla de los recintos patrimoniales que forman el Museo de Història de Tarragona, dependiente del Ajuntament de Tarragona.

Siendo el conjunto de monumentos administrado por el MHT el grueso del conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debería ser una de las áreas que recibieran mayor atención dado que el personal que trabaja en estos recintos es la encargada de atender al cada vez mayor número de turistas.

La realidad es bien distinta, ya que el número de personal en plantilla lejos de aumentar ha ido en franco retroceso, pasando de una setentena de funcionarios/as en los años posteriores a la declaración, a una veintena en la actualidad. Motivo este que provoca continuos cierres en los monumentos y problemas para ofrecer un sevicio adecuado al visitante. Esta veintena de personas, de las cuales por bajas hoy en día estan activas sólo 17, administran dos turnos horarios con lo cual cada turno está formado por menos de 10 personas para administrar un mínimo de seis recintos. Eso nos da una media de menos de dos personas por recinto, siendo una el taquillero/a y la otra un vigilante. Una sola persona para vigilar monumentos de gran extensión como las murallas, de más de 800 m de recorrido o la Torre del Pretorio, con más de cuatro pisos, bóvedas, etc. lo cual es francamente insuficiente.

La diferencia entre los efectivos de la plantilla pasada y la actual se explica por haberse producido un gran número de bajas de funcionarios/as de carrera, por jubilación o por haberse trasladado a otras áreas. Para cubrir las bajas, el Ayuntamiento ha recurrido a todo tipo de estratagemas más propias de una Empresa de trabajo temporal que de un ayuntamiento. Durante este tiempo se han convocado dos procesos de selección de personal, el último de ellos hace dos años, en un proceso con numerosas irregularidades y ofertando un número de plazas ridículo para las exigencias actuales. De esos procesos selectivos se generaron dos bolsas de trabajo, que son las que utiliza el Ayuntamiento para ir cubriendo las necesidades.

En este momento de la veintena de personas que forma parte de la plantilla, menos de la mitad son funcionarios de carrera, siendo las otras personas funcionarios/as interinos/as con más de doce años en esta condición “provisional”.

El resto del personal lo forman, según criterio, personas seleccionadas de diversas maneras: llamando a las personas que forman parte de las bolsas, haciendo planes de ocupación o mediante personas expedientadas de otros sectores, como por ejemplo de la Guardia Urbana o servicios sociales. De estas dos últimas modalidades, no cabe esperar una preparación necesaria como para atender satisfactoriamente al público al carecer de una formación específica, que si que poseen los pertenecientes a las bolsas al haber superado un proceso selectivo.

Estas personas que forman parte de las bolsas son llamadas de manera completamente imprevisible y según las necesidades del servicio. Los contratos que se hacían eran temporales, por acumulación de tareas o por sustitución de vacaciones. De esta manera existen personas que han estado en esta situación de provisionalidad absoluta por más de 12 años, trabajando algunos meses al año y sin saber cada contrato si seguirán o no, o cuando volverán a ser llamadas.

Todo parecía cambiar cuando los últimos contratos firmados eran un nuevo tipo, el denominado contrato para cubrir plazas vacantes. Es un tipo de contrato que cómo su nombre indica es para cubrir provisionalmente las plazas que han ido quedando vacías por jubilaciones, decesos o cambios de departamento. Su duración prevista por la ley es hasta que se cubran las plazas por funcionarios de carrera o sea, hasta que haya oposiciones nuevas. Nuestra alegría duró poco, ya que el Ayuntamiento introdujo una cláusula de duración temporal no prevista por la ley. Es como si firmasemos un contrato indefinido pero con duración de unos meses, o sea un contrato fraudulento por no decir claramente ilegal.

De esta manera, este 30 de septiembre hemos sido cesados fraudulentamente 25 personas de golpe, más de la mitad de la plantilla que formábamos parte del MHT. Sabemos que el Ayuntamiento ya está contactando con personas para cubrir las plazas que acabamos de dejar, así que se está recurriendo abusivamente de contratos temporales para cubrir plazas que no lo son. Estamos preparando ya los recursos administrativos y judiciales pertinentes, pero pensamos que la ciudadanía tiene derecho a conocer la realidad. Y la realidad es que todos los partidos políticos que han gobernado el ayuntamiento desde la fecha de la declaración están contratando y cesando a su libre albedrío para configurar una plantilla de lo que debería ser uno de los principales motores económicos de la ciudad, el turismo patrimonial. Por tanto solicitamos al gobierno municipal la revocación de nuestro cese y que volvamos a ocupar estas plazas interinamente hasta que se celebren los procesos selectivos pertinentes y las plazas sean ocupadas por funcionariado de carrera.

Las personas que nos encontramos en esta situación queremos que se nos respete nuestro derecho a trabajar en este sector, como merecemos tras haber superado unas oposiciones y haber estado mucho tiempo aguantando esta situación, sin que nadie políticamente haga nada por mejorarla. Una situación que revierte en la calidad del servicio que podemos ofrecer y por tanto en la imagen misma de la ciudad”.

Resposta de l’Ajuntament

La resposta de l’ajuntament a aquest comunicat a estat un breu comunicat de premsa, fet públic aquest dijous, en el qual s’afirma que “el 30 de setembre de 2018 va finalitzar el nomenament interí temporal de 22 subalterns/es. Durant l’estiu, la coincidència del període de vacances del personal amb la major afluència de visitants fa necessari comptar amb més personal, als recintes del Museu d’Història, que durant la tardor i l’hivern. S’està tramitant el nomenament interí de 6 subalterns/es, per atendre les necessitats actuals del Museu d’Història”, conclou la nota.

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