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Miguel Dueñas

Hace años recuerdo que, estando una tarde en la cocina, vi como el grifo del fregadero goteaba lentamente, el ruido intermitente de esa gota de agua que se escapaba del grifo y caía sobre el fondo del fregadero me hizo pensar sobre uno de los poderes del estado: la llamada justicia.

Si uno está un poco al tanto de lo que ocurre en el conjunto de España con la política, se puede decir que la justicia, al igual que el grifo, ¡sigue  goteando!

Dejando claro que no soy jurista ni siquiera fui a la universidad, solo a la de la vida, leo, oigo y veo hechos y sentencias judiciales que como mínimo ¡claman al “cielo”! el supremo manda a la cárcel a la primera mujer del ex alcalde de Marbella por blanqueo de dinero ( en castellano por quedarse o robar dinero público) sin embargo a la segunda mujer de este delincuente, alcalde de dicha ciudad, no va a la cárcel habiendo cometido el mismo delito ¿será porque es cantante o algo?.

El gobierno del PP da indultos basándose en una trasnochada ley de hace más de un siglo y que les concede dar indultos a quienes el gobierno de turno le da la gana, entre ellos a corruptos, a policías que han maltratado a ciudadanos, a un guardia civil que se negó a prestar auxilio a una mujer que estaba siendo agredida y además se mofo de esta y la gravó en video. Mientras esto ocurre están metiendo en las cárceles a trabajadores por hacer huelga o manifestarse, derechos que están recogidos en nuestra constitución.

Estos mismos jueces día tras día dictan resoluciones que por la fuerza policial dejan en las calles a miles y miles de familias que no pueden pagar su casa. Todo eso en un país, el nuestro, donde el partido que nos mal gobierna está siendo investigado por multitud de presuntos delitos, acusados de pagar en dinero negro, de recibir subvenciones en negro, de recibir muchos de sus dirigentes sobres con dinero cuya procedencia es sospechosa de delito, incluido el presidente del gobierno. Aquí donde ese gobierno y el poder judicial no hacen nada para solucionar uno de los mayores “crímenes” contra la humanidad que se pueden cometer, como es que el veintidós por ciento o más de nuestros niños estén pasando hambre física en un país donde sobra la comida.

Sigue goteando esta llamada justicia que solo es aplicación de leyes injustas, como sin duda lo es la resolución del tribunal supremo sobre las perforaciones para buscar petróleo en el paraíso terrenal como son nuestras islas Canarias.

Siete recursos a esos permisos se presentaron y los siete han sido rechazados por ese tribunal junto a más de doscientas mil firmas de otros tantos ciudadanos que firmamos para que no se cometa esa atrocidad sobre unas islas que tenían que estar protegidas, tanto por los gobiernos como por los tribunales llamados de justicia, no sé porque, ya que lo que solo son aplicadores de las leyes aunque estas sean injustas.

No se puede  jugar con la posibilidad de que Canarias, por culpa de ese líquido negro llamado petróleo, puedan perder su fuente de ingresos y de vida como ha sido es y tendría que seguir siendo el turismo, el plátano y sobre todo la conservación de sus maravillosos parajes.

La justicia sigue “goteando” como el grifo estropeado de mi cocina si sigue permitiendo que estas cosas sigan ocurriendo.

Miguel Dueñas Muñoz