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Solar Impulse (1)

Solar Impulse (2)

El avión Solar Impulse se prepara para el despegue desde Hawaii como parte de la etapa final de su vuelo alrededor del mundo utilizando únicamente energía solar. Covestro colabora con esta iniciativa pionera a través de la incorporación de nuevos materiales polímeros de alta tecnología a bordo del avión, ayudando así en el viaje de la aeronave hasta Abu Dhabi.

El avión Solar Impulse tiene previsto salir de Hawaii en los próximos días, en dirección a la costa oeste de los EE.UU. como paso previo para cruzar el país hasta llegar al aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York. A bordo llevará los sistemas de poliuretano y policarbonato más avanzados de Covestro, que ayudan a reducir significativamente el peso del avión al tiempo que garantizan la protección del piloto.

Durante la etapa en los EE.UU., Covestro celebrará una serie de eventos para diferentes públicos –incluyendo clientes, medios de comunicación, estudiantes y empleados– para presentar su colaboración en el proyecto Solar Impulse. Un aspecto destacado de estas presentaciones será el papel central de la sostenibilidad en la empresa y cómo se plasma en el proyecto Solar Impulse, que demuestra cómo la tecnología actual puede contribuir a lo que muchos creían imposible.

“Covestro no solo se compromete con un programa de sostenibilidad sino que representa el eje de nuestra estrategia de negocio”, dice Richard Northcote, director de sostenibilidad de la compañía. “Solar Impulse encarna todo lo que representamos como empresa y está haciendo una contribución significativa a la sensibilización acerca de la importancia de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles al tiempo que aumenta nuestra necesidad de ser más eficientes energéticamente”.

“Cuando incorporamos carbono en nuestros productos, queremos asegurarnos de que tenemos un buen retorno de la inversión. Por lo tanto, cuando utilizamos derivados a base de aceite para hacer espumas de aislamiento esperamos que, durante su vida útil, el producto permita ahorrar 70 veces el carbono utilizado en su elaboración”, añade.

El avión Solar Impulse ha permanecido en Hawaii desde julio del año pasado, cuando su vuelo alrededor del mundo se interrumpió debido a daños en la batería tras un vuelo de cinco días y noches desde Nagoya (Japón) a Hawaii (EE.UU.). Covestro, que ha sido socio del proyecto Solar Impulse desde 2010 además de socio técnico oficial, renovó recientemente su colaboración con el proyecto hasta finales de 2018.

Después de su ruta a través de los EE.UU., la aeronave Solar Impulse cruzará el Atlántico hacia Europa y luego comenzará su último viaje de vuelta a Abu Dhabi, donde comenzó su viaje en marzo de 2015.

Sobre Covestro

Con una facturación de 12.100 millones de euros en el año 2015, Covestro es una de las mayores compañías de polímeros del mundo. Sus negocios se concentran en la fabricación de polímeros de altas prestaciones y en el desarrollo de soluciones innovadoras para productos utilizados en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Los principales sectores con los que trabaja son la industria automovilística, eléctrica y electrónica, construcción, deporte y ocio. Covestro, antigua Bayer MaterialScience, cuenta con 30 centros de producción en todo el mundo y un equipo de aproximadamente 15.800 personas.

Sobre Solar Impulse

Los pioneros suizos Bertrand Piccard (fundador del proyecto y Presidente) y André Borschberg (CEO y cofundador) son los pilotos y la fuerza impulsora de Solar Impulse, el primer avión capaz de volar día y noche sin combustible, propulsado únicamente por la energía del sol. Con el avión Solar Impulse 2 están dando la primera vuelta al mundo con energía solar. El objetivo de este hito histórico es demostrar que las tecnologías limpias pueden lograr lo imposible.

Tras el Solar Impulse 1, su primer prototipo original con el que lograron ocho récords mundiales, los ingenieros diseñaron y construyeron el Solar Impulse 2, un avión monoplaza de fibra de carbono. La actual aeronave tiene una envergadura 72 metros (más grande que un Boeing 747) y un peso equivalente al de un coche de tan solo 2.300 kg. Las 17.248 células solares construidas sobre las alas suministran energía renovable a los motores eléctricos (17,5 CV cada uno). Las células solares recargan cuatro baterías de litio de 633 kg cada una que permiten que la aeronave pueda volar por la noche y, por lo tanto, permiten autonomía prácticamente ilimitada.